Esperare el amanecer
Hoy dormiré
en silencio como todas las noches…
Hoy buscare
en mis sueños un poco de paz, donde no haya reproche
Tragare hondo
mi dolor y lo deletreare en frases cortas... inentendibles como la oscuridad de
mis ojos a la luz de tu ausencia...
No habrá
lugar a las sanidades, ni a los remedios en el futuro... no apartaran de mi
memoria esos tus labios móviles como planetas, silenciosos y pausados, dóciles
y poderosos cual titán de los mares oscilantes en playas secas y rebosantes de dulzura...
Una fatiga
indeseable, tan cruda como es posible... desvergonzada y asustadiza... aparente
y rebosante de las copas de nada que he de beber...
Hoy dormiré
en silencio como todas las noches, para no despertarte... para no ponerte a
pensar... hace daño, ya lo se, es trágico e hiriente... como las palabras que
escupe mi voz...
Deja
entonces mi memoria, lo poco que te pude ofrecer... la nada que prometí... lo lánguido
de mi voz, mi mirada fija a ti, mis falsos gestos de verdad y proponte a
descansar... la noche es larga, tétrica y fría, necesitas oídos de gato para
sentirme mientras camino hacia tu lecho... y cuidar de ti mientras oscurece, no
te faltara nada lo juro, porque nada es lo que tengo para ti... Nada... déjame
entonces mi memoria y lo poco que pude aprender...
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