viernes, 20 de junio de 2014

Quiero amarte a mi modo

Quiero amarte a mi modo, sin flores ni cartas.
Quiero amarte a mi modo con mi silencio elocuente.
Quiero leer a tu lado y dormir solo, besarte de mañana y hacerlo.
Quiero ser un eterno aprendiz de tu sexo y no evitar las ocurrencias.
Quiero no declamarte poesía, ni cantarte canciones, ni buscar tus tacones, ni cocinar al volver.
Quiero amarte a mi modo y sin arandelas, despierta o dormida, cansada o aliviada, centrada o lunática, viva o lejos.
Quiero amarte a mi modo, sin flores ni cartas.
Quiero amarte a mi modo con dinero y sonrisas, con piano y bohemia, con día y noche, con vestido o sin él, con cárcel y libertad, con furia y paz, con demencia y serenidad.

Así, así quiero amarte.

martes, 17 de junio de 2014

La Pausa

 Hoy vuelvo a esperar...
Y en las luces que parpadean desde la costa veo de nuevo mi destino.
El agua salada me guía como arriero al ganado, solo un punto fijo entre las luciérnagas de los manglares y la garza despega, emigra hasta el ocaso, se pierde en la línea infinita del mar.
 Mi canoa está empatada con retazos, mis remos rotos y mi voluntad apenas despierta, no puedo ir tan a prisa, debo pausar y esperar que el impulso del mar me ayude a arribar. Hoy no volveré a lanzar mi atarraya, hoy no tendré pretensiones, ayunarè por un rato.
Los brazos pescadores de este  lobo del mar se entumecieron, ahora después de un rato se desprenden del acido láctico y articulan, antes despertaba desesperado por cazar, ahora me encierro en mis ojos y guardo silencio, repaso mis cartas, ubico el norte y  el camino se hace pacifico.
Tanto dolor que me acribilló  ahora se hace volátil y muta, agranda mi espíritu, llegaré de nuevo a la costa y reposaré. Hoy comeré pollo.

Los Románticos

Los Románticos

Tu sabes  romántico que todo lo que te diré es verdad. Si crees lo contrario es porque aun no eres uno de los míos.
El dolor por el amor será una fuente desbordante de eso que decimos, estaremos condenados a morir de viejos y solos, coleccionando libros y enterrando gatos.
 Somos los arqueólogos del amor, queremos vivir en el por ser un estado que inventamos, utópico.
Dos románticos sería imposible que convivieran, alguien debe hacer el café y tender la cama. Tu obra estará terminada solo a veces, despertaras y pensaras en agregarle algo pero pierde el sentido. Tu y yo sabemos que crear es una tarea sencilla pero tan dolorosa como la gastritis.
No esperes el amor nunca llegarà, siempre seremos los amantes privilegiados y expertos, solo en la desnudez, no busques amor, sino eres un romántico el llegara a ti.
Dedicar tu obra será la mejor forma de creer que eres uno de los míos pero no es así, las mejores nunca tendrán un destinatario único. Ser Romántico no es un estado, es una condición creada por la naturaleza tan incomprendida como el arte mismo. No evites enamorarte, debes crear y eso ayuda. Si eres como yo, eso se ira y te hará daño, si vuelve úsalo, no desprecies el cuerpo de alguien más, que poco tiene para darte.

Romántico no te decepciones, esto es la vida misma, termina tu libro, un romántico lo sabe al epilogo de sus alientos. Estaremos eternamente enamorados de la intimidad, los vicios y los placeres. Si te sientes mal al ser lo que por naturaleza crees que se te ha dado, vete lejos, deja de hacer lo que hacías, dedícale tiempo al mundo, usa perfume y cásate, cría hijos y muere con tu pareja, no te prives de morir en compañía, pero si lo haces. Ya sabes.

Dime niña, ¿Es diferente?

Dime niña, ¿Es diferente?
¿Acaso por del cambio das rienda suelta a tu libido?
Dime niña, ¿por qué la voz se entrecorta cuando las manos de ella rodean tus carnes?
Aquí, ahora, mujer, niña, haces del placer la aventura. Te veo deslumbrarte con sus dedos que se untan de espesura blanca, como su gusto, tu busto y tu piel adobada entre los calores. Corre, corre mientras el tiempo alimenta esa ducha de lagrimas amargas, es solo en tu rostro (mascara de infanta), donde los atardeceres son siempre húmedos y no se hallan remordimientos.
Dime niña, ¿Cuánta magia ves en su pubis? ¿Cuánta carne te hastía? ¿Cuántos hombres te hieren? ¿Cuantas lenguas se juntan cada vez que te liberas?


Fueron tus pechos que aunque fijos esa vez volaban.



Y fueron tus pechos que aunque fijos esa vez volaban.
Y  fueron tus jadeos los que a mi ritmo y el suyo, te dejaban sin luces los ojos.
Ese día tu manto lleno de humores distintos y  con cada profunda inmersión perdías  la conciencia.  Hasta el afán por competir me impulsaba, lo miraba a los ojos y el a los míos, y con demencia brusca llenábamos tu cuerpo de marcas.
Nuestra fue esa tarde como lo fuiste tú, ni los besos, ni las mantas, ni tus marcas por nuestras manos provocadas,  - tu.
No solo tus pechos volaban, tu voz enredada entre los latigazos de ambas varas también volaba y con fuerzas ya gastadas olvidábamos nuestra ira en el columpio de tu grupa.

Luego y hasta al final, esa mirada perdida volvió hacia mí y luego a él,  juntaste tu cabello y tus manos,  respetando esos últimos segundos solo sonreíste, ¿nos recordarías?  

Tuve en mis manos la tinta de tus labios blandos.

Tuve en mis manos la tinta de tus labios blandos.
Me fermenté en el calor de nuestros lazos, una noche fueron tantas veces, -  ¿dolía? –Claro que dolía.  Es parir, es derramar en ti la vida.
Después de las horas llenas de todo, aquel suspiro disipado entre los ambientes, las imágenes térmicas, tu grito, tus manos, esa tinta que embadurna  mi pluma, caí.
Eres el punzón de mi  venganza, el cimiento de mis cúpulas, el caos de las noches y el beso de mis llegadas.
Teme como me temes. Teme, que en el límite de nuestras muertes veamos por última vez el cielo, despójame de mis lágrimas blancas, esas viven en la muerte y hacen vida.
Hoy no será en tus labios blandos, sino en tus labios cuarteados. Hoy no temas, que no habrá peligro, hoy no temas.
Besaría tu cuerpo lleno de mareas y espumas con mi capullo de fibras, solo en el instante senil y despiadado en que nuestras piernas golpeen y que salten de mí las llamaradas liquidas, vería tus ojos blanquecer y no me detendría.

Hoy tengo en mis labios la tinta de tus labios blandos, ayer eran mis dedos, hoy, el marco de tus geografías se baña en mis diluvios, porque no quiero dar vida, solo desaparecer cuando en nuestros silencios nos vayamos.

lunes, 16 de junio de 2014

La lluvia

La lluvia

¿Qué se cree la lluvia para descansar en mis ropas? ¿te crees mi amante desaforada y húmeda acaso? Volvería mis ojos al cielo si solo no lo dañaras con tu lagrimeo, tu beso es un azote…¿ te  crees acaso mis cabellos para perderte en ellos? Deja ya de caer que mi fruto por ti no germina, tampoco se abona.

¿Qué te crees, lluvia, para hacer de mi camino un barrizal?