Perdóneme la
concurrencia
Perdóneme la concurrencia, me he silenciado, desde el camino
andrajoso y el pedregal gritaba como un loco, traía en mi carreta un corazón roto.
Oh diversión que causa el morbo, pan y circo pensabas antes
de hoy, pero me silencié, ya no creo en las opulentas palabras de aquella
intima amante al penetrar mi cuerpo con su olor.
Oh diminuta figura que se borra con un olor y otro más,
concurrencia pido perdón por mi silencio… ¿alguien tiene colbón para pegar un corazón?
No hay comentarios:
Publicar un comentario