Aunque el afán llene
mis horas
Aunque el afán llene mis horas y desespere, un saludo amable
me reconforta. En la premura de mis acciones recuerdo tu ultima sonrisa y en
ella la mía. Me diste de nuevo una forma de saber sonreír y eso da a mi alma el
confort, ahora sé que nunca te fuiste, que mi vida tuya y nuestra, al juntar
sus pieles, somos más que besos y palabras.
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